JESÚS EL SALVADOR

A los ocho días de haber nacido Jesús, sus padres siguieron la tradición
y las ordenanzas que Moisés había dejado por escrito, fueron al templo para
ofrecer sacrificio en gratitud por el nacimiento de Jesús. Al salir del templo
se encontraron con un hombre que se llamaba Simeón.
Cuando Simeón vio al niño Jesús, se acercó a ellos y glorificó a Dios y
dijo: ahora mis ojos han visto la salvación de Dios; aunque pocas personas
habían visto el mensaje de los Ángeles en Belén, cómo era posible que un hombre
que viviera tan lejos se haya enterado de que Jesús era el hijo de Dios. Ellos
no sabían que Dios le había revelado a Simeón, qué Jesús iba a ser el Salvador del
mundo y por eso glorificó el nombre de Dios cuando vio al niño, también había
una mujer que se llamaba Ana, ella era una mujer muy devota y cuando vio el
niño también glorificó a Dios, y empezó a compartir con las personas que la
redención de su pueblo ahora sería una realidad, pues Dios había dado ya a su
hijo para que estuviera en medio de ellos.
Es impresionante cómo existen personas, que reconocen inmediatamente a
Jesús, y saben que sólo en Él pueden ser salvos, sin duda alguna Dios trabaja
en el corazón de las personas, así como también trabaja en tu pequeño corazón. por
eso debemos ser una luz en medio de este mundo oscuro y que otros puedan
aprender de la historia más grande del universo, la historia de la salvación.
Recuerda el versículo de hoy: “Porque han visto mis ojos tu salvación,
que has preparado a la vista de todos los pueblos: luz que ilumina a las
naciones y gloria de tu pueblo Israel” Lucas 2: 30-32 NVI.