LA PROFECÍA QUE ANUNCIA LA FECHA DEL JUICIO Y LA RESTAURACIÓN DE LA VERDAD 4

14.
Cuántos años transcurrirían entre el decreto para reedificar Jerusalén y el
bautismo de Cristo?
R: 69 semanas, o sea 483
años.
“Sabe,
pues, y entiende que, desde la salida de la orden para restaurar y edificar a
Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos
semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos”
(Daniel 9: 25)
“En el
año decimoquinto del imperio de Tiberio César, siendo gobernador de Judea
Poncio Pilato, y Herodes tetrarca de Galilea, y su hermano Felipe tetrarca de
Iturea y de la provincia de Traconite, y Lisanias tetrarca de Abilinia, y
siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de
Zacarías, en el desierto. Y él fue por toda la región contigua al Jordán, predicando
el bautismo del arrepentimiento para perdón de pecados” (Lucas 3: 1-3).
“Aconteció
que cuando todo el pueblo se bautizaba, también Jesús fue bautizado; y orando,
el cielo se abrió, y descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal,
como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti
tengo complacencia” (Lucas 3: 21-22).
“Aconteció
en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por
Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al
Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que
decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. Y luego el Espíritu le
impulsó al desierto. Y estuvo allí en el desierto cuarenta días, y era tentado
por Satanás, y estaba con las fieras; y los ángeles le servían. Después que
Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de
Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha
acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio” (Marcos 1: 9-15).
15.
¿Cuándo se quitaría la vida al Mesías?
R: A la mitad de la
última semana, o sea, en el año 31 DC.
Y
después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por
sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el
santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán
las devastaciones. Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la
mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la
muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la
consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador” (Daniel
9: 26-27).
Nota.
- En el versículo 26 dice que se quitaría la
vida al Mesías “después de las sesenta y dos se- manas”, o sea del año 27 DC.
En el versículo añade: “A la mitad de la semana se haría cesar el sacrificio y
la ofrenda”, el ritual hebreo, símbolo de la actividad salvadora del Mesías,
dejaría de tener significación porque éste cumpliría con su muerte lo anunciado
por el ceremonial.
16.
Cuando terminaron los 490 años determinado al pueblo judío?
R: Terminaron en el año
34 DC.
“Y los
diez cuernos significan que de aquel reino se levantarán diez reyes; y
tras ellos se levantará otro, el cual será diferente de los primeros, y a tres
reyes derribará” (Daniel 7: 24).
Nota.
- Las 70 semanas o 490 años nos llevan al año 34 de
DC.) en ese año debía terminar la predicación del Evangelio exclusivamente para
los judíos. En efecto, en ese año se produjo una violenta persecución contra la
iglesia (Hechos 8: 1, 3-4) (“Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran
persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron
esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles”; “Y
Saulo asolaba la iglesia, y entrando casa por casa, arrastraba a hombres y a
mujeres, y los entregaba en la cárcel. Pero los que fueron esparcidos iban por
todas partes anunciando el evangelio”), y se comenzó a
predicar a los gentiles (Hechos 8: 26-38) (“Un ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate
y ve hacia el sur, por el camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es
desierto. Entonces él se levantó y fue. Y sucedió que
un etíope, eunuco, funcionario de Candace reina de los etíopes, el cual estaba
sobre todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar, volvía sentado
en su carro, y leyendo al profeta Isaías. Y el Espíritu
dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo
Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
Él dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y
rogó a Felipe que subiese y se sentara con él. El pasaje de la Escritura que
leía era este: Como oveja a la muerte fue llevado; Y como cordero mudo delante del que lo trasquila, Así no abrió su boca. En su
humillación no se le hizo justicia; Mas su generación, ¿Quién la contará? Porque
fue quitada de la tierra su vida. Respondiendo el
eunuco, dijo a Felipe: Te ruego que me digas: ¿de quién dice el profeta esto;
de sí mismo, ¿o de algún otro? Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando
desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino,
llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿Qué impide que yo sea
bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo,
dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y
descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó”.
Quedan
1810 años de los 2300, que nos llevan a 1844.
Continuará…