VASO ÚTIL

“..Llegará a ser un vaso noble, santificado, útil para el
Señor y preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 2: 21)
La mayoría de
nosotros hemos tenido la oportunidad de cursar alguna carrera que nos ha
permitido conseguir empleos que proporcionan los medios para subsistir y lo
suficiente como para hasta gastar más de lo necesario.
Definitivamente
todo eso es una bendición, proveniente primeramente de Dios, y en segundo lugar
de nuestros padres, quienes seguramente haciendo sacrificios lograron darnos
oportunidades que ellos mismos no tuvieron.
Lo que en
ocasiones olvidamos, es que todas las capacidades, talentos y habilidades
provienen de nuestro Padre celestial. Yo no soy la excepción, pues durante
épocas de bonanza, cedí a la tentación de vivir confiada en mis propios
esfuerzos y logros. Pero agradezco a Dios por haber puesto pruebas en mi
camino, porque cuando sentimos angustia o temor, Dios encuentra la oportunidad
para hablarnos.
Me di cuenta
que mi vida, mi talento y mis habilidades eran nada sin Él. Reconocí que era su
voluntad y no la mía, que eran sus tiempos y no los míos. Que Él es el dueño
del oro y la plata, que sus misericordias se renuevan cada mañana y provee para sus hijos todas las
cosas.
Él me dio un
propósito mayor, me bendijo con trabajo, pero esta vez le pedí que dirigiera el
timón de mi vida, que me bendijera para bendecir a otros, que me ayudara para
ayudar a otros y que me utilizara para alcanzar a otros y traerlos a sus pies.
Todos tenemos
dones que podemos poner al servicio del Señor, entrégaselos con humildad y
verás cómo Él te utilizará grandemente.
Que tu oración este día sea: Señor, hazme un siervo humilde, úsame
como tú deseas, pongo mis talentos a tu servicio. No permitas que mi vista se
aparte de ti jamás. Amén.
Bendiciones
