PROMESAS DE DIOS EN TIEMPOS DE ANGUSTIA: UNA TERAPIA EFECTIVA 4/11

“Mas yo haré venir sanidad para ti, y
sanare tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo.
Esta es Sion, de la que nadie se acuerda” Jeremías 30: 17
Vivimos en un mundo de enfermedad; hay
muchísimas dolencias que son el resultado de una vida disoluta e intemperante;
la gente se olvida de cuidar el cuerpo; se come en exceso, hay vicios, malos
hábitos, exceso de trabajo, poco descanso, vida sedentaria, continuas
trasnochadas y pésima alimentación.
Después de tanto abuso el cuerpo colapsa y
enferma. Son muchas las personas que mueren de forma innecesaria, se muere
antes de tiempo. Es muy intima la relación y el vínculo que existe entre la
mente y el cuerpo. Malos pensamientos y actitudes negativas con toda seguridad
precipitan el dolor y la enfermedad; hay que evitar la angustia, el odio, los
resentimientos, el descontento, la ira, la envidia, la melancolía, la codicia,
en fin todos estos son elementos perturbadores.
Por otra parte, la gratitud, la bondad, la
simpatía, el amor, el servicio desinteresado, y la constante dependencia de
Dios mejora cada día la salud del cuerpo y la energía espiritual. Dios
quiere sanar todas nuestras dolencias, Dios es un Dios de vivos; de El viene la
vida y la sanidad. Debemos cuidar y valorar la vida que Dios nos da, la vida es
sagrada y hay que conservarla y mejorarla cada día.
“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga
todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno
de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas
tus dolencias, el que rescata del hoyo tu vida, el que te corona de favores y
misericordia, el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el
águila” (Salmos 103: 1-5)
“Fueron afligidos los insensatos a causa
del camino de la rebelión y a causa de sus maldades; su alma abomino todo
alimento y llegaron hasta las puestas de la muerte. Pero clamaron a Jehová en
su angustia y los libró de sus aflicciones. Envió su palabra y los sanó y los
libró de su ruina. ¡Alaben la misericordia de Jehová y sus maravillas
para con los hijos de los hombres! ¡Ofrezcan sacrificios de alabanza y
publiquen sus obras con júbilo!” (Salmos 107: 17-22)
“Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré
cosas grandes y ocultas que tu no conoces” (Jeremías. 33:3)
“Y dijo: Si oyeres atentamente la voz de
Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus
mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que
envié a los egipcios te enviare a ti; porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo
15:26)
“Está alguno entre vosotros afligido? Haga
oración, ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. Está alguno enfermo entre
vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndolo con
aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvara al enfermo, y el
Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados.
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis,
sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” (Santiago 5: 13-16.)
Seguramente has escuchado de los seis
mejores médicos de cualquier parte, y nadie puede negarlo, ellos son un regalo
de Dios y no te cobrarán un centavo: la luz del sol, el agua, el descanso, el
aire, el ejercicio y una buena alimentación.
Que el día de hoy tu oración sea: Gracias
Amoroso Padre por ser mi Hacedor y por todo tu amor, ayúdame a estar
atento para escuchar tu voz y obedecer tu Palabra, en el
nombre de Jesús, Amén
Que Dios te bendiga.
Del original Promesas de Dios en Tiempo de
angustia: Una terapia efectiva. 4/11.