EL PERRITO MISIONERO

La familia de Santi se había
mudado a un nuevo barrio; en su nueva casa tenían un perrito que se llamaba choco,
era un perrito muy sociable, amistoso y juguetón, a choco le gustaba ir con
Santi a todos sitios, la familia de Santi era misionera, y tenían por objetivo
evangelizar a muchas personas. Cuando iban a compartir el Evangelio con otros,
Santi le ponía a choco un chaleco con bolsas a los lados que llevaba en su interior
papelitos con promesas bíblicas.
Así que mientras Santi jugaba con
choco, le decía que se acercara a las personas, y cuando choco se acercaba a ellas
les causaba curiosidad su chaleco, tomaban un papel y lo leían, les alegraba el
día choco con el evangelio de Jesús. A Choco le gustaba acercarse a las
personas, y gracias a su carisma, muchas de ellas empezaron a conocer a Jesús.
Y tú ¿Qué podrías hacer para
compartir el evangelio de Jesús con otros? La familia de Santi junto a choco,
compartían felizmente el evangelio con otros.
Recuerda: el versículo de hoy: “Porque
no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo
aquel que cree” Romanos 1: 16