LOS CUADROS DE LA PARED

Hace algunos años un niño
visitaba un museo muy famoso, en el pasado había sido un palacio, había muchos
cuadros, unos eran pinturas de reyes o gobernantes, otros eran de batallas que
se habían peleado, había cuadros con paisajes muy bonitos, también había
cuadros con imágenes religiosas, había mucha diversidad, al salir de aquel
museo había quedado impresionado por aquellos cuadros y como los artistas
habían plasmado con sus pinturas una realidad vivida.
Un día en casa de un amigo vio un
cuadro en la pared, que nunca había visto, era diferente de los demás, era una
mano que rescataba a una persona de un pozo, ese cuadro impresionó al niño, su
mensaje era claro, la mano de Dios es capaz de alcanzar a cualquiera, aunque estén
el pozo más profundo.
Jesús vino a este mundo a
rescatarnos, Él extendió su mano para salvarte a ti y a mí, para eso debemos
reconocerlo antes como nuestro salvador.
Recuerda este versículo: “Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de
Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” (1ª Pedro 5: 9)
Pr. Juan Estrada