¿COMO VENCER COMPORTAMIENTOS ADICTIVOS?

Juan había
sido misionero por 25 años. El llamado de servir a Dios vino temprano en sus
años en el instituto bíblico de su iglesia. Cuando tenía alrededor de 25 años
de edad, él y su esposa Judy estaban viviendo su pasión, su llamado, y su sueño
de servir a Dios en su país. Temprano en su quinto plazo en el campo misionero,
Juan desarrolló una relación de discipulado con Gloria, una chica de 19 años.
Ella era inteligente, madura para su edad, y sentía pasión por aprender más acerca de Jesús. Cada vez más Juan invertía más tiempo en la vida espiritual de esta joven discípula. Ella pasaba horas en la casa de esta pareja y llegó a ser muy buena amiga de Judy.
Judy, sin embargo, estaba muy preocupada porque su esposo
estaba pasando una cantidad de tiempo desproporcionada llamando, mandando
correos electrónicos, y hablando con una muchacha tan joven y atractiva.
Rápidamente su esposo desairaba sus sospechas, y finalmente acusaciones, con
fuertes reproches de su inmadurez, su envidia insignificante, y su falta de compromiso
al ministerio. Cuando Judy encontró mensajes de texto en el teléfono celular de
Juan que indicaron la medida de su relación física con Gloria, ella entonces
tuvo la evidencia de enfrentar su pecado sexual y buscar la ayuda de su
supervisor.
Cuando lo
enfrentaron, Juan confesó que había cometido adulterio durante 5 años. Con su
reputación destruida, su carrera como misionero terminada, su esposa
destrozada, y el supervisor tratando de resolver el problema, la pareja comenzó
a buscar asesoramiento y restauración espiritual. Increíblemente, en medio de
todo este caos, Juan continuó su relación con la muchacha por medio del correo
electrónico. Él racionalizó su conducta diciendo que necesitaba continuar su
ministerio con esta muchacha.
Para el Juan de la historia el vencer su
comportamientos adictivo se convirtió en algo casi imposible. Cuando esto
ocurre, normalmente, se busca un mecanismo de defensa para justificar la acción
y tranquilizar la ansiedad que produce el martillo de nuestra conciencia que
nos dice que estamos actuando erróneamente. Entonces, la pregunta que nos
hacemos es la siguiente, ¿cómo puedo vencer los comportamientos adictivos que
destruyen mi vida? Te ofrezco a continuación cinco pasos que te podrán dar la
victoria :
Reconocer
el problema. No puedes
cambiar lo que no reconoces. Juan nunca reconoció el problema que tenia en su
vida. Si quieres cambiar un comportamiento adictivo necesitas reconocer que
tienes un problema.
Reconocer
la vergüenza que experimentas. La vergüenza es el sentimiento intenso
doloroso o experiencia que proviene de creer que eres inferior y por lo tanto
no eres merecedor de amor y aceptación. La vergüenza te da un sentido de falta
de valor, un sentido de haber fallado y no ser un buen cristiano. Juan experimentaba
vergüenza por su pasado y hacía lo que tuviera que hacer para evitar esa
emoción, aunque fuera temporalmente. Por ejemplo, cuando sentía vergüenza, para
evitar o escapar de esa emoción, se auto-medicaba repitiendo el mismo
comportamiento adictivo o pecaminoso. Pero tristemente cuando caía en el
comportamiento adictivo este le llevaba nuevamente a sentir vergüenza, y
terminaba repitiendo el ciclo adictivo de auto-medicarse para sentirse mejor.
Al final no solo experimentaba vergüenza sino también culpabilidad porque
sentía que le había fallado también a Dios. La vergüenza es un activador de
cualquier comportamiento adictivo. Por lo tanto, debes reconocer el sentimiento
de vergüenza que experimentas para poder romper tu ciclo adictivo.
Romper con
tus rituales. Romanos
13:14 dice, no hagas provisión para la carne. Es decir, rompe con todo ritual
que precede a tu comportamiento adictivo. En el caso de Juan, el debía haber
cortado toda su relación de trabajo y amistad con su secretaria para poder
eliminar su comportamiento adictivo. En tu caso, tal vez, si tienes problema
con la pornografía, debes colocar filtros en la computadora que te ayuden a no
ir a lugares indebidos. Si tienes problemas comprando compulsivamente, no vayas
a las tiendas solo/a. Si vas a las tiendas no lleves dinero. En otras palabras,
identifica el ritual que precede a tú comportamiento adictivo y sustitúyelo por
otro ritual más productivo.
Buscar
ayuda. Tú no
estás solo; busca ayuda en un amigo cercano, y hazte responsable ante él.
Cuéntale tu problema y trata que todas las semanas él esté pendiente de ti para
ayudarte a confrontar tus comportamientos adictivos. Si no ves mejoría con tu
amigo, busca ayuda profesional, recibiendo consejería o terapia individual o
grupal. Hay adicciones que necesitan tratamientos más avanzados que los
expuestos en este blog. Si quieres conversar conmigo sobre tu problema puedes
escribirme a: prduany@gmail.com.
Permitir
que el Espíritu de Dios llene tu vida. Todo lo puedes en Cristo que te fortalece.
Fil. 4:13. Tú puedes vencer tu comportamiento adictivo con la ayuda de Dios.
Deja que el Espíritu de Dios dirija tu vida y experimentaras una transformación
en tu mente. (Romano 12:1,2) Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres. (Juan 8:36)
Autor: Pr.
Efrain Duany Jr.
