LA FAMILIA EN CRISIS

Y amarás al Jehová tu Dios de todo tu
corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te
mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablaras de
ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te
levantes. Y las atarás como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los
postes de tu casa, y en tus puertas. (Deuteronomio.
6: 5-10)
La
señora Bárbara Bush, esposa del expresidente George Bush, acertadamente dijo lo
siguiente acerca de la importancia de la familia:
“Por
más importantes que sean tus obligaciones como doctor, abogado, o negociante,
en primer lugar, eres un ser humano, y las conexiones humanas con tu cónyuge,
tus hijos y tus amigos son las inversiones más importantes que tendrás jamás.
Al final de tu vida, no te dolerá el no haber pasado alguna prueba, el no haber
ganado algún veredicto, el no haber hecho algún negocio. Te dolerá el no haber
pasado más tiempo con tu esposo, con tu hijo, con tu amigo, o con algún pariente…
Nuestro éxito como sociedad depende no en lo que pasa en la Casa Blanca sino en
lo que pasa dentro de nuestras casas.”
Estudios
recientes indican que la familia moderna en general está en una seria crisis,
afectando directamente a cada uno de sus miembros. El investigador David
Popenoe, de RutgersUniversity, escribe en su artículo “American Family Decline,
1960-1990: A Review and Appraisal” el cual apareció en el Journal of Marriage
and the Family, que la familia, como una institución, está en declive y que
esto debería ser causa para alarmarse.
Este
declive se puede observar en las altas incidencias de divorcio, abuso doméstico,
negligencia, desobediencia y muchos otros problemas que menoscaban la felicidad
familiar. El U.S. Bureau of the Census reporta que desde 1970 ha habido un
crecimiento del 200 por ciento de los hogares donde está solo el padre o la
madre; el porcentaje de familias con solo el padre o la madre se ha triplicado
(Statistical Abstracts of the U.S., 1996. El U.S. Bureau of Labor Statistics
señala que el número de madres trabajando fuera de sus casas aumento 65 por
ciento de 1970 al 2000. De acuerdo a Harriet C. Johnson, en su artículo
“Violence and Biology”, publicado en Families in Society, la violencia doméstica,
la violencia de gangas, al abuso infantil y de ancianos ha proliferado
alarmantemente. El Comité Nacional para la Prevención del Abuso Infantil indica
que el número de niños que han sido víctimas de abuso infantil aumentó un 40
por ciento de 1985 al 2000.
El
número de divorcios se ha más que duplicado (Current PopulationReports and
National Center for Health Statistics. Y para los que se casan por primera vez,
se estima que la mitad terminara en el divorcio. De acuerdo a un censo de 1994,
el 30 por ciento de las mujeres divorciadas con hijos viven en la pobreza; y
los hijos de padres divorciados tienden a salirse de la escuela, tienen hijos
fuera del matrimonio y poseen pobre salud mental (ver a John Leland,
“TighteningtheKnot”, Newsweek, febrero 19, 1996, p. 72.
La
Asociación Psicológica Americana indica que un niño normal, antes de terminar
su escuela primaria, ha mirado 8,000 asesinatos en la televisión y 100,000
actos de violencia. La revista Newsweek informa que uno de cada seis jóvenes
entre los 10 y 17 años ha visto o conoce a alguien que ha sido balaceado. El
National Center for Health Statistics reporta que, en 1988, el 26 por ciento de
las jovencitas de 15 años de edad indicaron que estaban sexualmente activas,
comparado con el 5 por ciento en 1970. Y el FBI señala que un niño menor de 18
años de edad tiene ahora el 244 por ciento de posibilidades de ser asesinado
con un arma que en 1986.
El
Congressional Quarterly, citado por William Bennett en Index of Leading
Cultural Indicators, presenta los problemas disciplinarios más sobresalientes
en las escuelas públicas en 1940 y en el 2010:
1940
2010
Hablar
sin que fuera su turno
Drogas
Masticar
chicle
Alcohol
Hacer
ruido
Embarazo
Correr
en los pasillos
Suicidio
Meterse
en la línea
Violación
Infringir
el código de vestir
Robos
Tirar
basura
Asalto
No
cabe duda que los tiempos y los problemas han cambiado considerablemente, lo
cual nos indica que la situación en las familias anda terriblemente mal, y
cuando las cosas andan mal en la familia, ¿qué se puede esperar de la sociedad?
Otros datos importantes: Los nacimientos de hijos ilegítimos han aumentado a
más del 400 por ciento (Montly Vital StatisticsReport. U.S. Department of
Health and Human Services, 2000). El suicidio entre adolescentes ha aumentado 300
por ciento (National Center forHealthStatistics, MortalityStatisticsBranch,
1975-2000.
El
problema número uno de salud entre las mujeres en Estados Unidos es la
violencia domestica; cuatro millones de mujeres son golpeadas cada año por sus
esposos (¿F. By ron Nacer y Susan E. Mehrtens, What´s Really Going On? Chicago:
Corporantes, 1993. Una cuarta parte de los adolescentes contraen alguna
enfermedad venérea antes de que se gradúen de high school. (U.S. Bureau of the Census).
Las estadísticas son alarmantes, como para poner los nervios de punta y
mantener a los padres en completo insomnio.
Estas
estadísticas ponen a cualquier padre o miembro de familia en estado de
emergencia. Lo que ha sido considerado por muchos como el pilar de la sociedad,
pareciera que se está derrumbando, por lo tanto, es de gran importancia que
hagamos todo lo posible por proteger a nuestras familias de los terribles
peligros que actualmente confrontan. El bienestar nuestro, de nuestros hijos y
de toda la nación depende de ello.
La
gran tarea de restaurar a los hogares no cae sobre alguna institución
gubernamental o sobre los hombros de la iglesia o la sociedad, sino sobre los
padres, quienes son los pilares y responsables directos de la familia. Los
padres tienen que realizar los esfuerzos necesarios para salvar a sus familias.
Al
examinar las estadísticas nos damos cuenta que vivimos en un mundo que se aleja
cada vez mas de Dios y se destruye y destruye la familia. Los principios de
Dios y sus recomendaciones han sido olvidados produciendo una crisis en la
sociedad, en la familia y hasta en la iglesia. La destrucción de la familia está
teniendo un impacto incalculable en la sociedad y la iglesia. Los valores
altruistas y divinos están desapareciendo dejando una secuela de problemas en
los matrimonios, los hijos y las familias de hoy.
¿Qué
estamos haciendo al respecto?
Dios
les bendiga siempre.