NOCHE DE PAZ

Una de las canciones más hermosas de Navidad es la que titula noche de
paz, su letra dice:
Noche de paz, noche de amor,
Todo duerme en derredor.
Entre sus astros que esparcen su luz
Bella anunciando al niñito Jesús
Brilla la estrella de paz
Brilla la estrella de paz.
La letra de esta canción nos lleva al remanso y
la tranquilidad de la noche que se vivía en la pequeña aldea donde la paz y la
tranquilidad se podía respirar, la noche tranquila cuando todo duerme en
armonía. Pero aquella noche se rompió la tranquilidad tras iluminarse por
completo del cielo, un coro de Ángeles iluminó el cielo con toda su gloria
anunciando las buenas nuevas de salvación, aquellos humildes pastores que
estaban cuidando de su rebaño; ante la sorprendente noticia, corrieron hacia la
pequeña aldea de Belén, “Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María
y a José, y al niño acostado en el pesebre” (Lucas 2: 16) y compartieron
con el resto de las personas lo que habían oído y escuchado y todo aquel que
los oía se maravillaba Cómo habían visto la gloria de Dios como sus promesas
habían cumplido con el nacimiento del Mesías.
Aquella estrella en el firmamento, anunciaba
que las promesas de Dios son una realidad en la vida de las personas y de las
familias, Dios cumple su palabra, pero todo lo hace a su tiempo. Aquella noche
quedó marcada en la historia y en el corazón de las personas qué vieron al niño
acostado en el pesebre. Desde ese momento Dios empezó a cambiar el corazón de
muchas personas, empezando por el de José y María. Así se formó la familia qué
le dio la humanidad al Hijo de Dios, juntos pudieron experimentar las promesas
más grandes que Dios había revelado al hombre.
El papel de aquel inocente niño seria
considerado como: “Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el
Señor Dios le dará el trono de David su padre” (Lucas 1: 32), además de
obtener el título del Hijo de Dios llegaría a hacer Emmanuel: “Dios con
nosotros”. Nuevamente, la promesa de su presencia se hace presente en la
vida de las personas, así como en cada familia qué desea qué Jesús nazca en el
corazón de cada miembro de ella y de esta manera juntos puedan alabar y
glorificar el nombre de Dios.
Por qué: “Un niño nos es nacido, hijo nos es
dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable,
Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Isaías 9: 6).