CREANDO FAMILIAS ESPIRITUALES 1/2

El propósito de
Dios al crear al hombre tenía su fundamento en crear una familia perfecta, donde
reinarán la justicia, el amor y la bondad. El plan original de Dios se basaba en
los pilares fundamentales de una familia llena de valores y de principios.
Las primeras
palabras de Dios al hombre fueron: “Sean fructíferos y multiplíquense”
(Génesis 1: 28 NVI). En otras palabras, Dios le pedía Adán y Eva que
poblarán todo el planeta qué les transmitieran a sus hijos el principio
fundamental de la fe, la moralidad y la capacidad de amar a Dios sobre todas
las cosas. El objetivo era perfecto y correcto, pero no se pudo llevar acabo, debido
a la entrada del pecado en nuestro planeta. Tras la entrada del pecado en la
tierra, los primeros hijos de Adán y Eva nacieron en un mundo distinto al que
sus padres vieron por primera vez, el objetivo de Dios parecía perdido, pero a
pesar de esto Dios tenía un plan B, consistía en mantener un remanente que
mantuviera viva la fe y que ésta se transmitiera a los hijos y a los hijos de
los hijos.
El pecado empezó a
deteriorar inmediatamente la creación por completo, el hombre no estaba exento de
este deterioro, sino que sería el principal objetivo del padre del pecado. Adán
y Eva habían sido instruidos por Dios mismo, ahora les tocaba a ellos enseñarles
a sus hijos los principios fundamentales que Dios había establecido para la
humanidad. ¿Qué papel jugaron Adán y Eva en la educación y formación de sus hijos?
¿Cómo transmitieron esos principios a sus hijos y crearon de tal manera una
familia espiritualmente fuerte?
El apóstol Pablo escribe
en Efesios 6: 4 “padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la
disciplina e instrucción del Señor” ¿A qué hace referencia Pablo en este
versículo? hay dos conceptos importantes, primero Pablo dice: “no hagan
enojar a sus hijos” Cómo padre, ¿Qué cosas haces que puedan irritar a tus
hijos? Nuestra manera de vivir y de actuar son una forma de enseñar a nuestros hijos
cómo vivir la vida y algunas de esas acciones incomodan a los hijos. Segundo, Pablo
continúa diciendo: “sino críenlos según la disciplina e instrucción del
Señor” ¿Cómo se puede criar a los hijos de disciplina e instrucción? antes
que nada los padres deberían de tener un contexto claro de educación cristiana,
no podemos enseñar ni transmitir lo que no sabemos.
Continuará…