EL CICLO VITAL DE LA VIDA 4

Es una gran alegría en el hogar
cuando un bebé nace, “Benditos serán el fruto de tu vientre” (Deuteronomio
28: 4), además que ellos se convierten en bendición para el hogar, “Los
hijos son una herencia del Señor, los frutos del vientre son una recompensa.”
Salmo (127: 3). Ellos nacen con la capacidad de tener reflejos útiles. Por
ejemplo, la búsqueda del pezón, ellos voltean la cabeza para introducirlo en su
boca y usan la deglución que es lo que les permite tragar leche y otros
líquidos sin asfixiarse.
El recién nacido también puede
realizar una conducta de imitación de las expresiones faciales de los adultos,
los niños responden haciendo lo que hacen los adultos. La conducta de la
imitación desaparece en unas cuantas semanas para reaparecer de una forma más
compleja tras muchos meses. Casi todos los recién nacidos responden al ver un
rostro, escuchar una voz y al contacto físico con otra persona. Esto aumenta la
capacidad de supervivencia, pues tienen completa dependencia de quienes lo cuidan.
Los bebes muestran diferentes
temperamentos, por ejemplo, algunos lloran más que otros, otros son más
activos, a otros les encanta ser acariciados, otros se retuercen en los brazos;
hay quienes son muy sensibles a los estímulos del entorno, mientras que otros
permanecen tranquilos sin importar lo que vean o lo que oyen.
En un estudio clásico de
temperamento infantil, Alexander Thomas y Stella Chess (1977), identificaron
tres tipos de Niños:
Los Fáciles: son afables
adaptables, fáciles de cuidar y agradar.
Los difíciles: son malhumorados y
muy activos; reaccionan en forma negativa y muy excesiva ante lo desconocido y
las situaciones nuevas.
Los de lento arranque: son
relativamente inactivos y tardan en responder en situaciones nuevas, pero
cuando lo hacen sus reacciones son apacibles
A estos tres tipos, Jerome Kagan
y sus colegas han agregado un cuarto niño: el niño tímido, estos niños son
inhibidos, temeroso de todo lo nuevo y lo extraño. Su sistema nervioso raciona
a los estímulos en una forma hipersensible.
Cuanta diferencia existe entre
unos y otros, cada niño tiene su propia forma de ser, Dios nos creó diferentes
a todos, desde que nos formó en el vientre de nuestra madre, Él puso un toque
diferente en cada uno, nos puso temperamentos, características, bien escribió
Jeremías, cuando hizo referencia a como nos conoce el Señor: “Te conocía aun
antes de haberte formado en el vientre de tu madre.” (Jeremías 1: 5). El
Señor nos conoce mejor que nadie.
Continuará…