LA EDUCACIÓN DE LOS HIJOS 2

LA FILOSOFÍA DIVINA
DE LA EDUCACIÓN “ANA"
¿Qué filosofía usas en la
educación de tus hijos? Usas una filosofía cristiana, de valores, de principios
morales o tiene la filosofía de que crezcan y aprendan como puedan, que sean
movidos continuamente por corrientes sin sentido o por corrientes sin base de
valores y de inmoralidad.
Las Escrituras presentan un
principio fundamental en la educación de los hijos; volvemos a repetir las
palabras de Salomón cuando escribió: “Instruye al niño en su camino…”
(Proverbios 22: 6). Este principio de instruir, educar, enseñar, dirigir o
mostrar está presente en muchos casos bíblicos, hemos de analizar algunos casos
donde la filosofía divina de la educación está presente.
El primer ejemplo bíblico lo
encontramos en 1ª Samuel capítulo 1, aquí encontramos la historia de Ana, ella
era esposa de Elcana y no había tenido hijos, en su angustia y desesperación
ella se postro ante Dios y en oración le pidió que se acordará y no se olvidará
de ella y que le diera un hijo varón (1ª
Samuel 1: 1ª Samuel 9-11). Hasta
este momento, el Sumo Sacerdote Eli, no entendía la misteriosa oración de Ana,
una oración silenciosa y con tan solo movimiento de labios, su corazón se
estaba comunicando con su creador.
La primera lección objetiva que
encontramos en la filosofía divina de la educación, es que Dios quiere que cada
padre y madre tenga un compromiso al querer un hijo y sobre todo que tenga un
compromiso con Dios, un compromiso basado en la responsabilidad.
La segunda lección objetiva la
encontramos en la segunda parte del versículo 11; ella le dice al Señor; “yo
lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su
cabeza” en otras versiones esa frase dice “él será tuyo durante toda
su vida, y como señal de que fue dedicado al Señor,
nunca se le cortará el cabello” (NTV). Ana estaba haciendo un
compromiso con el Señor, de devolver algo que el Señor la había dado, ella
quería sentir lo que significaba ser madre, y sobre todo dedicarlo al servicio
de Dios. Ana reconoció en ese momento que, si Dios le daba un hijo, sería un
regalo especial y sobre todo sagrado por venir de Dios, es por eso que ella le
ofreció a su hijo nuevamente como su servidor.
Cuando los padres desean o
planean un hijo, deben tener en cuenta la importancia de la dedicación a Dios,
es presentarlo delante del Señor como símbolo de gratitud al haberlo recibido
de sus manos. Ana cumplió su compromiso con el Señor, ella tuvo el privilegio
de tener a su hijo Samuel hasta que fue destetado, posteriormente lo llevo al
templo y ofreció una ofrenda al Señor en gratitud por el don de haberla hecho
madre, el Señor había cumplido el deseo de un corazón necesitado. Ana ofreció
ofrenda y le entregó al Señor a su hijo, para que fuera un servidor de Él (1ª Samuel 1: 28).
La historia prosigue, Ana procuro
instruir los primeros pasos de su hijo Samuel en los caminos de Dios, lo
entrego al servicio del Señor. Su madre había creado en su corazón la necesidad
de Dios, es por eso que el pequeño Samuel iba creciendo y era acepto delante de
Dios (1ª Samuel 2: 26), Samuel fue
llamado por Dios (1ª Samuel 3) y fue
considerado uno de los grandes profetas de Dios hacia el pueblo de Israel.
Aceptar la filosofía divina ayuda
a crear en los padres una responsabilidad de educar a sus hijos en el camino
correcto.
Continuará…