EL SEÑOR EN EL HOGAR 4/5

“Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud” (Salmo
127: 4)
Además de herencia, el salmo continúa diciéndonos que son como una
saeta o una flecha. Los hijos son una flecha, la cual es el ímpetu y vigor de
la juventud. El arco es el elemento impulsador, es el motor que va a mover,
siendo el padre y la madre quienes tienen la fuerza para impulsar a sus hijos.
Los hijos tienen que ser dirigidos hacia un objetivo.
Algunos
elementos que ejercen la fuerza para que lleguen al objetivo son:
La educación cristiana. Es la ubicación de los hijos en el camino
correcto.
Darle un excelente ejemplo, es otro elemento, lo que pondrá
también a los hijos en el camino correcto. Si tú eres honrado ten por seguro
que tu hijo será honrado.
Se deben crear momentos de inspiración a través del culto
familiar, una buena motivación, una correcta disciplina. Estos son elementos
que formaran la columna del hogar.
En (Deuteronomio 6: 6-7) dice “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y
las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando
por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.” Esta es la
base fundamental de la formación de los hijos en el camino espiritual, para que
cuando sean mayores puedan decir como el salmista, en mi corazón he guardado
tus dichos para no pecar contra ti.
Un padre o una madre daña
emocionalmente a su hijo con palabras como: no sirves para nada, eres tonto o
un inútil; lo único que crean usando estas frases es herirlo, acomplejarlo y
humillarlo. Si tus palabras son positivas, aunque las tareas sean difíciles, y
escuchan palabras como: ¡Tú puedes!, ¡Tienes capacidad!, ¡Eres inteligente!,
etcétera, etc. y si existe un compromiso de ayuda hacia ellos, las cosas
resultaran mejor. Ellos podrán agradecerte siempre el haber oído: “cuenta
conmigo.”
El arquero, son los
padres, los que proyectan a sus hijos en el camino correcto, es por eso que la
flecha y el arco están en las manos del valiente. El concepto de valiente que
tiene el mundo es muy distinto al concepto bíblico; para el mundo es aquel que
puede pelearse con otros, el que desafía el peligro; pero el valiente según el
concepto de Dios es el que le da la cara al deber, el que cumple con sus
obligaciones, el que admite sus errores, el que pide perdón, el que se esfuerza
por mantener el hogar y dar un buen ejemplo. La Biblia dice que se tienes que
ser un padre valiente y que debes tener puestos los ojos en el objetivo, para
saber hacia dónde lanzar la flecha porque conoces la resistencia y calidad de ellas, es entonces que serás un arquero de
éxito.
Cada padre debe conocer a
sus hijos, sus talentos, sus habilidades, sus temperamentos, sus defectos, y
tendencias, etcétera, etc. y ellos serán impulsados según la capacidad de cada
uno. En otras palabras, por ejemplo, si analizas a tu hijo, y ves la manera en
que realiza sus deberes, observas que tu hijo es una persona que tiene un buen
razonamiento verbal, es analítico y tiene buena facilidad para la lectura,
llegas a la conclusión que puede llevar su vida profesional hacia la rama de
las humanidades. Como en el ejemplo anterior, cada uno de tus hijos tiene su
propia proyección según su forma de razonar ante las situaciones y eso lo
llevará a desarrollarse en áreas de la salud, las ciencias, las artes o las
humanidades. Disparar la flecha es ayudarlos a ubicarse de acuerdo a sus
capacidades. Después de conocer las capacidades de tus hijos, es dirigirlos hacia
blancos elevados.
No olvides que mientras
más se esfuerce y más tense el arco más lejos llegará la flecha. Por los hijos
es necesario hacer un sacrificio.
Una mujer que tenía tres
hijos, cada uno llevaba horarios diferentes, su madre se levantaba muy
temprano, y le dedicaba un tiempo al estudio de la Biblia con el mayor, después
repetía el mismo culto con el segundo y después con el tercero y por ultimo
después que había alimentado a sus hijos espiritualmente, ella dedicaba un
tiempo para su relación personal con Dios. Esta mujer tensaba muy bien el arco;
sus esfuerzos serán grandemente
recompensados en el cielo.
Continuará…
Dios los bendiga.