EL SEÑOR EN EL HOGAR 3/5

“He aquí, herencia del SEÑOR
son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre” Salmo
127: 3.
Este versículo es una hermosa promesa que Dios nos ha dado como
herencia. Una herencia se define como un caudal de dinero, una pertenencia
valiosa que hemos recibido, pero que, no nos correspondía, pero ha llegado a
nosotros como un regalo. De esta forma los hijos llegan a ser una herencia del
Señor, los hijos son una fortuna, algo inmerecido, algo valioso,
definitivamente los hijos son de Dios, los hijos son prestados, los tendremos a
nuestro lado por un determinado tiempo, son parte de la propiedad de Dios y
estarán a tu lado mientras cumplan su ciclo, cuando el ciclo termine, saldrán
del nido para formar su propio nido.
Existe un verso chino, si vas a estar en un lugar por un año,
entonces siembra hortalizas, si vas a permanecer por cinco años, entonces
siembra fruta, verduras y legumbres, si vas a permanecer muchos años, entonces
ten un hijo, edúcalo, porque al fin del tiempo va a ser tu honra, tu apoyo,
donde quiera que esté, será tu orgullo, tu imagen, tu bastón cuando hayas
perdido la fuerza de la vida. Por eso las escrituras dicen, herencia del SEÑOR son los hijos. Son
parte de la bendición del Señor, pero ellos tendrán que ir a su propio nido.
Mientras los hijos estén en la casa, tanto los hijos como los
padres tienen derechos y privilegios.
Los hijos no eligen el hogar, es Dios quien lo planeo en su
sabiduría.
Uno de los principales derechos de los niños es de ser alimentado
muy bien. Desde que nacen empiezan a pedir este derecho. El humano no es igual
que los animales, en documentales del reino animal podemos ver que lo primero
que hace una ballena al nacer es comer por sí sola, al igual que otros
animales. Cuando los hijos se van de la casa, ningún padre reclama el costo de
alimentación; en un estudio realizado, se calculó la cantidad diaria de carne
consumida por un joven entre 22 a 25 años, el estudio generó un resultado igual
al consumo de 20 vacas, es el equivalente a tres elefantes. En cuanto al
consumo de líquidos hasta los 18 años, es aproximadamente a la tercera parte de
una piscina olímpica, el equivalente a 833 m3 (833 333 litro).
Otro derecho es la educación, el vestido, el derecho al respeto de
su personalidad. Ya que no están hechos en serie; cada uno tiene su propia
personalidad, uno es introvertido, otro extrovertido, el otro jovial, el otro
serio y tranquilo, en fin, cada uno tiene su forma de ser, cada uno es
diferente. Así que no se debe igualar a todos e intentar que todos hagan lo
mismo, cada uno debe recibir un trato diferente.
Tienen derecho a su privacidad. Violar su privacidad puede generar
conflictos con los hijos, y se puede perder la confianza. No se debe buscar
entre sus cosas y en su habitación, respetar su correspondencia, sus llamadas
telefónicas.
También se tiene la responsabilidad de velar por el desarrollo
espiritual de los hijos, cada hogar debe tener un sacerdote, ya sea el padre o
la madre tiene que tomar las responsabilidades espirituales en el hogar. Se
debe crear un momento de oración en familia, ya sea cantando, leyendo la
Biblia, algún folleto o libro cristiano, este espacio debe crear en cada hijo
una plena armonía con el Señor.
Tiene derecho también a recibir amor, cariño, comprensión… cuando
un niño no recibe estas atenciones, se van convirtiendo en personas hostiles.
Un padre escribió una carta a un consejero y dice así:
“Yo no sé porque mi hijo
resulto ser un muchacho rebelde, realmente no sé en qué momento se me salió de
las manos, no sé porque abandono los caminos del Señor; a este muchacho nunca
le faltaba nada, todo lo que necesitaba se le daba con el mejor gusto. Todos
los años lo mandaba a Miami, toda la moda la tenía, siempre tenía a su
disposición el coche; le abrimos una cuenta corriente en el banco y hasta una
tarjeta de crédito le dimos. No sé en qué momento se fue de las manos.”
La respuesta que recibió del consejero fue:
“Querido amigo, he leído su
carta, veo que a su hijo le dio todo, menos amor, menos disciplina, nunca le
enseñó dominio propio, no le enseñó el temor a Dios, ni el respeto y ahora esta
arruinado.”
Que importante es el hogar, es aquí donde se echan los
fundamentos, que serán los pilares de la salvación eterna.
Continuará…
Dios los bendiga.