LA BASE DE LA FAMILIA 1

El señor Hone, quien
era ateo, mientras recorría los caminos del país de Galesa a pie, una tarde cansada
y sedienta se detuvo en la puerta de una choza, donde una niña estaba sentada
leyendo un libro. Le pidió el viajero que si le podía dar agua y la niña le
contestó que sí gustaba pasar, su madre le daría también un vaso de leche. El señor
Hone entro en aquel humilde hogar donde descansó un rato y satisfizo su sed. Al
salir vio que la niña había reanudado la lectura, y le preguntó:
¿Estás preparando tu
tarea pequeña? No señor -contestó la niña-, estoy leyendo la Biblia. Bueno ¿Te
impusieron de tarea que leyeras unos capítulos? Señor, para mí no es tarea leer
la Biblia, es un placer.
Esta breve plática
tuvo tal efecto en el ánimo del señor Hone, que se propuso leer también la
Biblia, convirtiéndose en uno de los más ardientes defensores de las sublimes
verdades que ella enseña.
A través de esta
pequeña anécdota, podemos encontrar que dentro de la familia sólo existe un
fundamento que le ayuda a mantenerse firme, en aquel humilde hogar habían
encontrado que, si Dios era la base de la familia, ellos podían ser bendición
para otros y así mismo llegar a testificar de las verdades eternas del amor de
Dios, su método era sencillo y simple, "el testimonio".
Si la familia está
unida, los lazos son más fuertes, ya que estos hacen que juntos puedan ser
fuertes testimonios del amor de Dios -ante esto quiero decir que nos estamos
refiriendo a familias creyentes-. Si la familia creyente cumple con los
propósitos de Dios, como: practicar la oración, leer la Biblia, cantar, vivir
conforme a la voluntad de Dios, y ser temerosos del Señor, entonces podrán ser
testimonio vivo para las familias no creyentes. Y como serán un testimonio,
pues los demás verán el comportamiento que tienen, como viven, como se
comportan, como se relacionan con los vecinos, aun más, el trato a sus hijos
dentro de casa como en público, y más aún el trato a la naturaleza.
Recuerdas la historia
de Abrahán, también conocido como el padre de la fe, pues creyó al Señor y fue
a donde no sabía. Abram y Saraí eran una pareja sin hijos, formaban una pequeña
familia, aparentemente no tenían futuro pues no podían tener descendencia,
debido a la esterilidad de Saraí. A pesar de su situación ellos confiaban en
Dios, y Él le hizo varias promesas que se cumplirían con sus descendientes. La
duda le causa risa a Saraí, porque no creía que a su edad pudiese tener un
hijo, fue grande su sorpresa cuando Dios le dio a su primogénito.
La segunda promesa era
un estimulo muy grande, pues ellos llegarían a ser una bendición para los
demás. Dios le dijo a Abraham: “… ¡por
medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra!” (Génesis 12: 3
NVI). Me gusta como lo traduce la NVI, me gusta que diga a las familias,
pues son las familias las que forman una sociedad, un pueblo, una nación.
Dios quería que la
familia de Abraham creciera para ser una bendición, que cada familia que
saliera de la simiente de Abraham, fuera influencia a los demás, ¿Cómo podrían
ser de gran influencia a las otras familias? A través de la relación entre
ellos y Dios.