MALTRATO INFANTIL 1

“He aquí,
herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del vientre”
(Salmos 127: 3).
Los
niños son un valioso tesoro que Dios otorga a cada familia, son el futuro y el
presente de una nación. La Biblia, al hablar del valor de un niño, menciona en Salmos 127: 3 “He aquí, herencia de Jehová son los hijos; cosa de estima el fruto del
vientre”. En el Nuevo Testamento,
cuando Jesús vio que sus discípulos discutían sobre quién sería el de mayor importancia
en el Reino de Cristo, Él tomó a un niño, y lo puso en medio de ellos y les
dijo: “...Si ustedes no cambian y se
vuelven como niños, no entrarán en el Reino de los cielos” (Mateo 18: 3 DHH).
La historia de este planeta está llena de tristes y escalofriantes
episodios, abusos y brutalidad infantil. En el siglo XVIII no existía ninguna
ley que reconociera y garantizara los derechos del niño. Por más de 500 años la ley romana, les daba a
los padres la plena libertad de hacer con sus hijos lo que ellos quisieran. Los
niños podían empeñarse, venderse, alquilarlos para el trabajo, regalarlos,
cambiarlos por otros, sacrificarlos a los dioses del Imperio, podían matarlos o
dejarlos como garantía de un préstamo personal. En China unos años antes de
Cristo hubo una ley nacional que permitía a cada familia solamente tener tres
hijos, a partir del cuarto hijo era obligación echarlo a las fieras. En la
India, 800 años A. C., como base a la absurda ley del karma, todo niño
defectuoso era considerado un engendro maligno, por lo cual había que matarlo,
mientras más dolorosa era la muerte, se consideraba mejor, ya que se creía que
golpeaban mejor al demonio.
En nuestros días, es doloroso ver que los niños sufran
en manos de padres y madres indolentes e irresponsables; al parecer el salvaje
maltrato hacia los niños aún no ha terminado.
¿Qué entendemos por maltrato infantil? Es el uso de
cualquier tipo de agresión hacia un niño, sin importar las causas. Básicamente
el maltrato infantil va en una escala del 1 al 3. Antes que el niño sea agredido,
hay un severo maltrato psicológico.
Continuará...
Dios los Bendiga.