CÓMO ENCONTRAR LA PAZ PERSONAL 2

Una vez le pregunté a mi profesora: ¿Cuánto
dura la eternidad? Ella me respondió:
“Imagina
una gaviota que llega a tomar una gota del océano y esta gaviota se va muy
lejos y no regresa de nuevo hasta mil años después. Entonces mil años más tarde
cuando está de vuelta, toma una gota más del océano en su nariz corva y se va
muy lejos. Y así cada mil años esta gaviota regresa y repite esto mismo una y
otra vez. Cuando el océano se haya secado completamente, entonces será el
primer segundo de la eternidad”.
Eternidad, es un largo período de tiempo. Al
entender lo maravilloso que será vivir eternamente, podemos soportar los
problemas de la vida, las enfermedades, como el cáncer, el Sida, angustia, las
dificultades de un divorcio, podemos soportar las hambrunas que enfrenta este
mundo, todo tipo de sufrimientos; porque sabemos que esto será en un corto
período de tiempo, comparado con la eternidad donde viviremos con Jesús para
siempre.
Las personas necesitan de Dios. He estado en
selvas, las inalcanzables selvas del Brasil. Estuve perdido con nativos y
salvajes, los cuales sentían una gran necesidad de Dios. En la Unión Soviética,
di una charla para 3.000 científicos en un mismo salón, incluyendo algunos de
los mejores biólogos del mundo. Y estos profesionales tenían una necesidad de
Dios. Ellos me contaron después de la charla, que ya no creían más en el
ateísmo, pues no les daba satisfacción a sus corazones.
Dios nos ha hecho con la necesidad de buscarle
y encontrar identidad sólo en su presencia.
Satanás vino hasta Eva, allá en el huerto del
Edén y le preguntó: Eva ¿Realmente Dios ha dicho que tú no puedes comer esa
fruta? Tú no has sido creada para estar conectada a Dios y quedar tan limitada.
Tú has sido creada para hacer tus propias cosas, para tener tu propio placer,
para andar en tus caminos y gustos. Así Eva tomó la fruta.
Romanos 6: 16 nos dice: “¿No sabéis que, si os sometéis a alguien
como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea
del pecado para muerte o sea de obediencia para justicia?”.
La separación de Adán y Eva de Dios les llenó
de angustias y les robó la maravillosa paz de la que disfrutaban. Dios creó a
Adán y Eva para que fuesen uno con Él, pero cuando ellos pecaron, ellos mismos
se separaron de Dios. Lo mismo nos puede pasar a nosotros, mis amigos,
separados de Dios, estamos separados de la fuente de alegría y así tristezas
llenarán nuestras vidas.
Separados de Dios, estamos separados de la
fuente eterna de salud y descendencias de enfermedades llenarán nuestros
cuerpos.
Romanos 6: 23 dice: “Porque la paga del pecado es muerte, más
la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Cuando Dios creó Adán y Eva, no los hizo como títeres o robots; Dios
los creó con la facultad de escoger. Porque si uno priva a alguien de escoger,
lo privas de la capacidad, la libertad de amar y si uno quita la libertad de
amar, uno está quitando la oportunidad de ser realmente feliz.
Por eso Dios quiere criaturas que le sirvan
libre y amorosamente, por eso les dio libre albedrío.
Cada uno de nosotros ha pecado alguna vez,
¿Quién podría decir que ha sido honesto toda su vida, que nunca ha mentido,
nunca se ha enojado, o hecho cosas indebidas? ¿Quién podría decir esto? Todos
nosotros hemos seguido los pasos de Adán y Eva; por eso merecemos morir. Con
infinita sabiduría, los cielos idealizaron un plan de salvación para este pobre
planeta.
La Biblia en 2ª de Pedro 3: 9 nos dice: “El Señor no retarda su promesa, según
algunos la tiene por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no
queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento”.
En 1ª de Juan 4: 8–16 leemos: “El que no ama, no ha conocido a Dios,
porque Dios es amor”.
Nosotros hemos conocido y creído en el amor que
Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor,
permanece en Dios, y Dios en él.
Continuará…
Autor: Mark Finley