PADRES EDUCADORES 5 “EL PADRE EQUILIBRADO” (2ª Parte)

Hace que las reglas sean claras y prácticas y se cumplen por su objetividad. Esta parte del padre estable, es importante, ya que las reglas cuando son claras se entienden mejor, por ejemplo, veamos la diferencia entre poner y establecer una regla en casa, 1) En esta casa todos tendrán responsabilidades. Esta orden es más autoritaria y por lo tanto poco práctica para llevarlo a cabo. 2) La misma regla, en casa todos debemos ayudar, para que todo esté en orden y todos disfrutemos del tiempo en familia. Cuando las reglas o normas son claras y se explica a los hijos o hijas porque se debe hacer con una razón clara, las cosas se hacen. Recuerdo que cuando era un niño en casa todos teníamos responsabilidades, uno barría y fregaba (trapeaba) el suelo, otro recogía la casa, otro lavaba los platos, cada uno tenía su responsabilidad en casa. Tener normas claras ayuda a crear el sentido de responsabilidad en los hijos.
Se aplica la disciplina con amor,
solo cuando es necesario, creando así hijos respetuosos, bien portados, con
buena autoestima, con autoconcepto estable y felices, capaces de tomar
decisiones correctas. Hay un versículo en la Biblia que dice: “Es
verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de
tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido
ejercitados” (Hebreos 12:11). A nadie le gusta que lo castiguen, y mucho menos de forma injusta, es
por eso que la disciplina debe hacerse con amor. Cada padre y madre debe
ejercer la disciplina balanceada, no haciéndola con agresión física, verbal o
psicológica, para no crear en los hijos la inestabilidad o el resentimiento. Se
debe disciplinar con amor, que el pequeño entienda la razón por la cual se le castiga,
desde mi perspectiva, si la madre castiga, el padre debería consolar y
enseñarle al hijo las razones del castigo y viceversa. He conocido familias que
cuando la madre castigaba, se les decía a los hijos “te lo tienes bien merecido” y cuando llegaba el padre de trabajar,
le volvían a castigar. Un padre equilibrado, castiga y explica las razones;
educar con disciplina creará un hijo estable emocionalmente.
Una escritora cristina escribió: “Y los niños serán, bajo la debida disciplina, más felices, mucho más
felices […]. Las verdaderas virtudes de un niño consisten en la modestia y la
obediencia, en oídos atentos para escuchar las palabras de dirección, en pies y
manos voluntarios para andar y trabajar en la senda del deber” (White, CM
108:1).
El ejemplo bíblico lo encontramos en Abraham como padre, Dijo Dios de Abraham “Porque yo sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él” (Génesis 18:19). Dios sabía que Abraham guiaría a su familia a cumplir los estatutos de Dios y que también educaría con amor; Abraham había educado a Isaac en el camino correcto y su hijo estaba listo para hacer lo correcto (Génesis 22:2).
El concepto de un padre equilibrado es una copia del estilo que Dios tiene para sus hijos, el ama y corrige, porque quiere que sus hijos sean mejores cada día. ¿Qué estilo de paternidad deseas ofrecerles a tus hijos? Espero que copies el modelo de Dios, un modelo equilibrado entre el amor y la disciplina.
La próxima semana haremos un
resumen de los “Padres educadores”