LOS SANTOS 2/7

“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga, porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol” (Eclesiastés 9: 5-6).
¿Quiénes son? ¿Podemos confiar en ellos?
¿Por qué Dios condena la adoración de los santos?
Primero porque Dios condena todo acercamiento y contacto con los muertos y los espíritus.
“No sea hallado en ti… quien consulte a los muertos… Porque es Abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas…” (Deuteronomio 18: 10-12)
Amigos, recuerden siempre que tener contacto o acercamiento con los muertos es pecado y Dios lo considera como una asquerosa abominación.
En segundo lugar, para Dios es condenado venerar a una persona muerta: porque es imposible que las personas muertas puedan comunicarse con los vivos.
“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol.” (Eclesiastés 9: 5-6).
Cuando la Biblia habla de la muerte, dice que los muertos no saben nada, no regresan a sus casas, ni saben absolutamente nada de sus familiares.
“Como la nube se desvanece y se va, Así el que desciende al Seol no subirá; No volverá más a su casa, Ni su lugar le conocerá más.” (Job 7: 9-10)
“No alabarán los muertos a JAH, Ni cuantos descienden al silencio.” (Salmos 115: 17)
“Sus hijos tendrán honores, pero él no lo sabrá; O serán humillados, y no entenderá de ello.” (Job 14: 21)
Otra gran contradicción en la doctrina de la veneración de los santos es en cuanto a quién es el que santifica.
¿Santifica Dios o Santifica el hombre?
Solo Dios tiene la plena autoridad para declarar santo a una persona; pues es Él el único que santifica.
“¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses? ¿Quién como tú, magnífico en santidad, Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de prodigios?” (Éxodo 15:11)
Es sumamente peligroso creer en los milagros de un muerto. Los muertos no hacen milagros sino el mismo satanás y sus demonios.
“Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.” (2 Corintios 11: 14)
“pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.” (Apocalipsis 16: 14)
Debemos entender que ahora mismo no hay ningún alma en el purgatorio, ni ningún santo esperando que lo invoquen.
Todos los que han muerto, no volverán a vivir sino hasta cuando Jesús regrese otra vez a la tierra y resucite a todos los difuntos.
“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación.” (Juan 5: 28-29)
Jesús dijo:
“…Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.” (Juan 11: 25)
Otro punto que hay que analizar es el siguiente: la Biblia es muy clara al enseñarnos que Dios prohíbe y condena comunicarse con los muertos.
Continuará…
Que Dios los bendiga.