¿SÁBADO O DOMINGO? 3

“Acuérdate del Sábado para
consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer,
pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios…” (Éxodo
20: 8 NVI)
10.
La observancia del sábado requiere un descanso total del trabajo, los estudios,
oficios ordinarios en el hogar o cualquier actividad secular. Aun los
pensamientos y la imaginación deben sujetarse al carácter sagrado del día del
Señor. El sábado es un día para ir al
templo y compartir con otros el gozo de la salvación. En el sábado no se compra
ni se vende.
“Acuérdate del sábado, para
consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer,
pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No
hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo,
ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus
ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el
mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor
bendijo y consagró el día de reposo” (Éxodo 20: 8-11 NVI)
“Si dejas de profanar el sábado, y no
haces negocios en mi día santo; si llamas “delicia”, y al día santo del Señor,
“honorable; si te abstienes de profanarlo, y lo honras no haciendo negocios ni
profiriendo palabras inútiles, entonces hallarás tu gozo en el Señor; sobre las
cumbres de la tierra te haré cabalgar, y haré que te deleites en la herencia de
tu padre Jacob. El señor mismo lo ha dicho” (Isaías 58: 13-14 NVI)
“Durante aquellos días vi en Judá que
en sábado algunos exprimían uvas y otros acarreaban, a lomo de mula, manojos de
trigo, vino, uvas, higos y toda clase de cargas que llevaban a Jerusalén. Los
reprendí entonces por vender sus víveres en ese día. También los tirios que
vivían en Jerusalén traían a la ciudad pescado y otras mercancías, y las
vendían a los judíos en sábado. Así que censuré la actitud de los nobles de
Judá, y les dije: “! Ustedes están pecando al profanar el día sábado! Lo mismo
hicieron sus antepasados, y por eso nuestro Dios envió toda esa desgracia sobre
nosotros y sobre esta ciudad. ¿Acaso quieren que aumente la ira de Dios sobre
Israel por profanar el sábado?” Entonces
ordené que cerraran las puertas de Jerusalén al caer la tarde, antes de
que comenzara el sábado, y que no las abrieran hasta después de ese día. Así
mismo, puse a algunos de mis servidores en las puertas para que no dejaran
entrar ninguna carga en sábado. Una y dos veces, los comerciantes y los
vendedores de toda clase de mercancías pasaron la noche fuera de Jerusalén” (Nehemías
13: 15-20 NVI)
“Él les contestó: - Si alguno de
ustedes tiene una oveja y en sábado se le cae en un hoyo, ¿no la agarra y la
saca? ¡Cuánto más vale un hombre que una
oveja! Por tanto, está permitido hacer el bien en sábado” (Mateo 12: 1-12 NVI)
11. El sábado debe guardarse no de doce a doce de
la noche, sino de puesta a puesta de sol. Al ponerse el sol el día viernes, ya
comienza el día sagrado, y termina a la puesta del sol del sábado; esta es la
forma correcta de medir el tiempo según la Biblia.
“Día
de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas… de tarde a tarde
guardareis vuestro reposo” (Levítico 23: 22)
12.
El sábado es una señal sagrada que
identifica y reconoce al verdadero pueblo de Dios; el sábado nos vincula con
Dios.
“También
les di mis sábados como una señal entre ellos y yo, para que reconocieran que
yo, el Señor, he consagrado los sábados para mi… y observen mis sábados como
días consagrados a mí, como señal entre ustedes y yo, para que reconozcan que
yo soy el Señor su Dios” (Ezequiel 20: 12, 20 NVI)
13.
Cuando guardamos el sábado, damos un testimonio público que reconocemos a Dios
como nuestro Creador y nuestro Redentor. Guardar y respetar el sábado, es
reconocer la autoridad, el poder el gobierno y el dominio eterno de Dios sobre
todo lo creado.
“Acuérdate
de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que
hay en ellos, y que descanso el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y
consagro el día de reposo” (Éxodo 20: 11NVI)
Continuará…
Del
folleto original “¿Sábado o Domingo”, Autor Pr. Efraín A. Sánchez