TÚ ERES MÍO

“Pero ahora, así dice el Señor, el que te
creó, Jacob, el que te formó, Israel: «No temas, que yo te he redimido; te he
llamado por tu nombre; tú eres mío”. (Isaías 43:1 NVI)
Todos en esta vida necesitamos tener un
sentido de pertenencia. Pertenecemos a un país, a un grupo social, a una
familia. En fin, todos somos parte de algo.
Recuerdo bien cuando escuché por primera
vez que nosotros no fuimos creados para vivir aislados. Cuando Dios creó a
Adán, dijo: No es bueno que el hombre este solo. En el texto de hoy, Dios
afirma que tú y yo pertenecemos a él. Es nuestro Creador, nos formo con sus
propias manos, y saber esto debe darnos seguridad y confianza de cuánto
valemos.
Otra razón por la cual pertenecemos a Dios
es que El nos redimió. Jesús vino y murió en la cruz pagando el precio
por cada uno de nosotros. Así que tu, mi querido amigo y amiga, perteneces a
Dios por varias razones, y hay un motivo suficiente para vivir plenamente y ser
feliz.
Pero Dios va mas allá de confirmarnos que
nos creó y nos redimió. El nos dice que nos conoce por nuestro nombre.
Detengámonos un momento y pensemos en lo que esto significa, ¡Dios
nos conoce por nuestro nombre! Si el presidente de nuestro país nos
llamara por teléfono y nos saludara, nos sentiríamos muy honrados. Pero que
privilegio tan grande es que el Dios del Universo conoce nuestro nombre.
Que este día tu oración sea: Querido Dios,
gracias por ser tu nuestro Creador, gracias por ser nuestro Redentor, por estar
cerca de nosotros, y por llamarnos por nuestro nombre. Quiero vivir este
día para honrarte y conocerte más. Danos tu bendición y quita de nosotros
el temor. En el nombre de Jesús, Amén.
Que Dios te bendiga.
