CADA DÍA ES UN REGALO

“Hazme saber, Jehová, mi fin, y cuanta sea
la medida de mis días; Sepa yo cuan frágil soy” (Salmo 39:4)
Antes de comenzar el día, levanta tus
ojos a Dios, y agradece el regalo de un nuevo día, la palabra de Dios dice: “Acuérdate
de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y
lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento”
(Eclesiastés 12:1).
Aprende a ver lo bueno que Dios te ofrece,
aprende a disfrutar la luz de un nuevo día, cada día trae su propio
afán, la vida es tan corta y tan frágil.
A veces la prisa con que vives no te
permite ver lo bueno de la vida, las cosas bellas que el día te ofrece. Fíjate
en lo que tienes, las cosas que realmente son valiosas, no tienen precio,
aprende a verlas, a valorarlas.
Y por las cosas que no tienes, aprende a
trabajar, tomate un momento para alimentar tu alma, clama a Dios por lo
verdaderamente valioso, la palabra de Dios te dice: “Si clamares a la
inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz, si como a la plata la buscares y
la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y
hallaras el conocimiento de Dios, porque Jehová da la sabiduría, y de su
boca viene el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2: 3 – 6)
La vida es corta y frágil en esta
tierra, y tu decides si gastas el tiempo que te ha sido concedido para bien o
para mal, no lo pierdas, la decisión es tuya. Aprende a amar a Dios, amar
la vida, a tu familia, a tus amigos. Y diles que tan importante son para
ti. Se feliz, con lo que Dios te regala cada día.
Que el día de hoy tu oración sea: Querido
Padre Celestial, gracias por el regalo que tú me das cada mañana,
enséñame a valorarlo, permite que pueda compartirte con aquellos que aun
no te conocen, y no ven todas las bendiciones que tú les das cada mañana,
en el nombre de Cristo Jesús, Amén.
Que Dios te bendiga.