¡NO HAY UNO SOLO!

“Desde el cielo el Señor
contempla a los mortales, para ver si hay alguien que sea sensato y busque a Dios. Pero todos
se han descarrilado, a una se han corrompido. No hay nadie que haga lo bueno;
¡no hay uno solo!” (Salmos 14: 2-3 NVI).
Hay quienes piensan que Dios se ha olvidado de la
humanidad. Las aflicciones, las guerras, el hambre, la pobreza, el maltrato
tanto de personas como de animales, todo esto y más son consecuencias del
pecado, y pareciera que Dios las permite, pero en realidad es todo lo
contrario, Dios contempla constantemente la actitud de la humanidad, Él observa
y mira el corazón de las personas y ve que el pecado ha convertido al humano en
egoísta y egocéntrico, donde la ley del más fuerte se impone ante el más débil.
En la actualidad es constante el pecado, el enemigo nos
ha implantado en la mente la acción de pecar; pero cada día Dios lucha contra
él para salvar al hombre del pecado, aunque nuestros corazones estén
corrompidos y que nuestras obras sean detestables ante su presencia, siempre
tenemos la oportunidad de volver a empezar, porque si hemos pecado, tenemos a
Jesucristo como nuestro abogado intercesor, si hemos fallado Él apelará ante el
Padre por nosotros, con el fin de justificarnos y poder ser perdonados.
En este mundo no hay ningún justo, pero si luchamos cada
día y mantenemos una relación constante con Dios, llegará el momento en que
podamos presentarnos ante Dios de una forma perfecta gracias al sacrificio
expiatorio de Jesús.
Que tu oración este día sea: Querido
Señor, aunque vivo en pecado sé que me puedo justificar delante de ti por medio
de Jesús y sé que a través de Él podré obtener el perdón, gracias Señor por lo
que has hecho por mí, ayúdame a no pecar más, te lo pido en el nombre de Jesús,
amén