ADOPTADOS POR DIOS

“Pero cuando
vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido
bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que
recibiésemos la adopción de hijos” (Gálatas 4: 4-5 RVR 1960).
Debemos
entender dos conceptos diferentes en el tema de las adopciones, una es patria
potestad y la otra la guardia y custodia. Ambas tienen que ver con la familia,
pero los conceptos son diferentes. La patria potestad es la potestad que tienen
ambos padres sobre los hijos no emancipados o que son dependientes de ellos. En
cambio, la guardia y custodia se refiere al sentido de cuidar, proteger y
asistir al niño(a), y está relacionado con uno de
los progenitores, la cual se puede compartir ya sea con el padre, la madre o
una tercera persona y la ley les permite visitar a su hijo(a).
En cambio, una adopción es la
acción de adoptar a un niño(a) para crear un vínculo paterno/filial.
Lo que Dios quiere con sus hijos es crear un vínculo paterno filial con la humanidad,
así que ha tenido que buscar la forma de abrir un expediente para empezar el
trámite de adopción, la cual se ha logrado a través del ministerio realizado
por su Hijo, quien ha creado la forma de rescatar a todo aquel desamparado, y
darle la identidad que el Padre tiene para él, Él ha prometido darle un nombre
nuevo (Apocalipsis 2: 17) y la oportunidad de ser salvo por medio de su Hijo.
Que tu oración este día sea: Señor, quiero que seas mi Padre,
quiero que formes el vínculo paterno/filial conmigo, que Jesús sea el
intermediario para poder fortalecer nuestra relación, en el nombre de Jesús,
Amén.