A SOLAS AL HUERTO YO VOY

“Jesús le dijo: Mujer, ¿por
qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo:
Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré” (Juan
20: 15).
Este texto fue
parte de la inspiración para escribir un himno, fue en marzo de 1912 por
Charles Austin, aquel día su mente fue trasportada a aquella mañana cuando
María Magdalena lloraba porque no encontraba el cuerpo de su maestro, hasta que
se encontró de frente con Él, estas imágenes vibraron en su mente y escribió:
“A
solas al huerto yo voy
cuando
duerme aun la floresta;
y
en quietud y paz con Jesús estoy,
oyendo
absorto su voz”
Que experiencia
más grata siente nuestro corazón cuando nos levantamos muy temprano por la
mañana y postrados de rodillas buscamos al Señor y le entregamos todo nuestro
ser, le confesamos nuestros pecados y dejamos que a través del silencio
matutino nos hable a través de su palabra escrita. El maestro sale al encuentro
cuando el corazón acongojado le busca sinceramente.
¿Qué te impide
buscar al Señor hoy? Busca al Señor, crea con Él un ambiente íntimo, donde tu
puedas conversar, orar y fortalecer tu fe y tu corazón para cada día. No dejes
para mañana tu devoción personal, entrégate al Señor cada día.
Que tu
oración este día sea: Querido Señor, gracias por inspirar mi vida cada día,
yo de mañana me presentaré y ofreceré mi corazón en sacrificio en olor grato a
tu presencia, en el nombre de Jesús oro, Amén.