LA GRATITUD ES PARTE DE LA ADORACIÓN

“Así que nosotros, que estamos
recibiendo un reino inconmovible, seamos agradecidos. Inspirados por esta
gratitud, adoremos a Dios como a él le agrada, con temor reverente” (Hebreos
12: 28 NVI).
La gratitud no sólo consiste en
agradecer por lo que hemos recibido de la mano de Dios, la gratitud en sí es
parte de la adoración qué le ofrecemos al Señor. Cuando Jesús estuvo en la
tierra les enseñó a sus discípulos a ser agradecidos, fue por eso por lo que Él
agregó un punto muy importante basada en la gratitud. Ellos aprendieron que las
gracias eran importantes para Dios, ser agradecidos a Dios inspira el corazón a
reconocer que somos provistos por Dios y no por nosotros mismos.
Además de la actitud del
agradecimiento, debemos darnos cuenta qué estamos recibiendo de parte de Dios
algo más allá de lo que podemos imaginar, no vivimos en este mundo por
casualidad, en este lugar estamos de paso porque recibiremos del Señor un hogar
eterno, y eso, es lo que nos debe conmover a agradecerle a Dios por lo que nos
ofrece, y esa actitud es un principio de adoración.
Agradecer es reconocer, y
reconocer es darle la posición a Dios que merece, que tu estilo de adoración
esté impregnado de gratitud, y esta manera el Señor se sienta honrado por tu
gratitud.
Que tú oración este día sea:
Querido Señor, mi vida carece de sentido si tú no estás presente, gracias por
lo que he recibido de tu mano, y en adoración me postro ante ti, agradeciendo
de corazón todo lo que me das, en el nombre de tu amado hijo Cristo Jesús, Amén