EN EL CENTRO DE LA NACIÓN

“Oí una potente voz que
provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de
Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará
con ellos y será su Dios” (Apocalipsis 21: 3 NVI).
Escribió el apóstol Juan, que él
oyó, la voz de Dios que te decía: su morada ahora está entre los hombres, que
él mismo estará en medio de ellos, presentándose como su único Dios, y que toda
la humanidad presente, será considerada como su pueblo.
Formar parte de este pueblo no es
una tarea fácil, antes que todas estas cosas sucedan, primero debemos
prepararnos, siguiendo unos pasos importantes dentro de nuestra vida actual, no
podemos pensar en el futuro, si hoy no estamos en relación con Dios, tenemos
que buscarlo mientras pueda ser hallado, llamar a la puerta mientras puede ser
abierta, tenemos que entregar por completo nuestra vida a Dios. Debemos caminar
la senda que Él ha trazado, vivir conforme a su voluntad, escudriñando cada día
las escrituras, perseverando en la oración, pidiendo perdón por nuestras faltas
para que éstas sean justificadas, andemos el camino de la santificación, para
cuando Jesús regrese por segunda vez, podamos alcanzar la perfección.
No podemos ser santos ni
perfectos, si no decidimos entregar nuestras vidas a Dios. Para formar parte de
esa Santa Ciudad y para que Dios este en medio de nuestra comunidad tenemos que
prepararnos cada día, yo quiero estar en la Santa Ciudad y sentir la presencia
de Dios y ser parte su pueblo ¿Y tú?
Que tu oración este día sea: querido
Dios, mi vida es una lucha constante, necesito de tu fortaleza para alcanzar el
objetivo que tú me has puesto en la vida, sé que con tu ayuda lo puedo
alcanzar, lo pido en el nombre de Jesús, Amén.