LA BENDITA ESPERANZA

“Pues el Señor mismo
descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el
llamado de trompeta de Dios. Primero, los creyentes que hayan muerto se levantarán de sus
tumbas. Luego, junto con ellos, nosotros, los que aún sigamos vivos
sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el
Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre” (1ª Tesalonicenses 4: 16-17 NTV).
Con
el paso del tiempo la esperanza de muchos se pierde y también se alejan del
objetivo principal que es Jesús, alejan sus miradas y se apartan del buen
camino que los lleva hacia la vida eterna. Han olvidado las palabras de Jesús
que dijo que regresaría, y con esa promesa no solo nos llevará con Él a su
hogar, sino que todo el que ha muerto creyendo en Él, será resucitado para
encontrarse con Él en su morada.
Nadie
se adelantará para ver al Señor, todo el mundo, buenos y malos, recibirán al
Señor. Los que hemos creído seremos transformados, y seremos arrebatados todos
juntos, los vivos y los que resucitan, para recibir al Señor en su gloria.
Esta
esperanza debe mantenerse firme en el corazón de cada creyente, pues si así lo
creen, así mismo podrán formar parte de ese gran evento, donde juntos alzaremos
nuestras manos y diremos este es nuestro Señor, le hemos esperado y nos salvara
y viviremos con Él por la eternidad, que maravillosa promesa de esperanza
tenemos, ¿Quieres formar parte del grupo que recibirá al Señor?
Que tu oración este día sea: Querido Señor, yo quiero verte venir en gloria y
majestad, quiero alzar mis manos lleno de gozo de saber que has vuelto por mí y
que me salvaras y me darás la vida eterna, en el nombre de Jesús, Amén.