VOLVER A CASA

“El Señor reinará sobre toda
la tierra. En aquel día el Señor será el único Dios, y su nombre será el único
nombre” (Zacarías 14: 9 NVI)
Esta promesa de restauración está
presente en el corazón de cada creyente, todos deseamos el día cuando todo el
mal acabe, que todo cambie, que el dolor y la tristeza ya no existan más.
A pesar de tener esta esperanza
en el corazón, nos toca vivir en este mundo decadente y tenemos que luchar para
mantener nuestra fe integra, de tal manera que no se vea afectada por la
influencia del pecado que nos rodea. Seamos conscientes de la necesidad que
tiene el mundo, aparentemente viven felices pero sus corazones están vacíos,
les falta el motor de la vida que es Jesucristo.
Querido lector, te animo para que
tu semblante y tu fe no decaigan en estos momentos de la vida, por ninguna circunstancia, todo esto es a causa del pecado en el mundo, anímate cada día en la esperanza, en el amor y en la fe de Cristo Jesús quién te ha
amado sin medida, y que espera pacientemente la hora de encontrarse contigo,
ese día está cerca, y pronto veremos en el cielo una pequeña nube, que al
acercarse se hace cada vez más grande y le veremos venir con toda la gloria de
su Padre y juntos podremos levantar las manos y decir: este es nuestro Dios y
nos salvará, ese día será grandioso, porque volveremos a casa.
Que tu oración este día sea: Querido Señor, ya quiero verte venir con toda tu Gloria y Majestad, quiero
recibirte con las manos en alto y pregonar que eres mi Salvador, quiero que
vengas y me lleves a casa, te lo pido en nombre de Jesús, Amén.