JESÚS TRANSFORMA TU VIDA

“Vienen a Jesús. Y ven al que había sido
atormentado del demonio, y que había tenido la legión, sentado, vestido y en su
juicio cabal…” (Marcos 5: 15).
Cuando tú tienes un
encuentro con tu Salvador, no vuelves a ser el mismo, porque Dios es tan
maravilloso que siempre realiza en ti una transformación si tu se lo permites.
El endemoniado gadareno, era un hombre poseído por una legión de demonios. Este
hombre dice la Biblia: tenía su morada en los sepulcros, y a quien la gente temía
por todo lo que hacía; nadie lo podía dominar, de día y de noche andaba dando
voces, en los montes y por los sepulcros, e hiriéndose y lastimándose por sí mismo.
“Cuando vio a Jesús, corrió
y se arrodilló ante Él, y clamaba a gran voz diciendo ¿Qué tienes conmigo,
Jesús hijo del Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes, porque le
decía: Sal de este hombre, espíritu
inmundo” 5: 6-7, y Jesús permitió que estos espíritus pasaran
a un ato de cerdos y corrieron, se precipitaron por un despeñadero y se
ahogaron en el mar.
Cuando te encuentras con tu Salvador, Él ve
más allá de lo que un ser humano puede observar, Jesús probablemente vio en el gadareno
a un ser humano con la necesidad de vivir una vida mejor, y Jesús hizo lo que
siempre esta dispuesto a hacer, darte otra oportunidad.
Cuando este hombre vio lo
que Jesús había hecho por él, le pidió al Señor acompañarlo en su travesía,
pero el Señor le dijo que fuera a su casa, a los suyos y les platicara cuan
grandes cosas había hecho el Señor por él, y la gran misericordia que le había
tenido.
Querido lector, ¿Qué ha
hecho el Señor por ti? ¿Cómo ha cambiado tu vida? Jesús quiere que hables a
otros de lo que ha hecho por ti, como te ha transformado. Y si acaso no has
tenido un encuentro con tu Señor, quizás es el momento de venir a Él y
permitirle que more en tu corazón.
Que este día tu oración sea:
Gracias Señor por tu amor y por tu misericordia infinita, transforma mi vida, y
permite que sea un testimonio vivo de lo que has hecho conmigo, gracias Señor,
en tu bendito nombre, Amén
Que Dios te bendiga