EN EL NOMBRE DE JESÚS

“Les suplico, hermanos, en el nombre
de nuestro Señor Jesucristo, que todos vivan en armonía y que no haya
divisiones entre ustedes, sino que se mantengan unidos en un mismo pensar y en
un mismo propósito” (1ª Corintios 1: 10 NVI).
El mensaje de este texto no solo está dirigido a la
iglesia, sino que también lo podemos aplicar a la familia, al trabajo o en
nuestro grupo. Qué triste es ver a personas que se dicen ser cristianas,
teniendo una actitud grosera y arrogante ante algunas ocasiones. Pablo nos
exhorta a que aprendamos a hacer las cosas bien, no por nosotros mismos, sino
en el nombre de Jesús.
En este versículo aprendemos tres cosas.
· Primero. Debemos aprender a ser personas coherentes en todo lo que decimos,
hablar del mismo mensaje; el mensaje del amor de Dios y la salvación del
hombre.
· Segundo. Debemos aprender a quitar de nuestro corazón todo aquello que causa
mal, problemas y aflicciones, ya sea en la familia, la iglesia o en cualquier
parte. Debemos aprender a no ser una piedra de tropiezo para los demás.
· Tercero. Debemos aprender a buscar soluciones, no culpables. Nos gusta mucho
echar la culpa a otros y nos excusamos en culpar y no buscar soluciones,
dejemos las culpas y busquemos soluciones.
Es la voluntad de Dios que aprendamos a convivir con
todo el que nos rodea, que aprendamos a ser personas que hagamos todo pensando
como lo haría Jesús en nuestro lugar.
Que tu oración este
día sea: Querido Señor, ayúdame a no ser piedra de tropiezo
para nadie, ayúdame a no culpar a nadie de los problemas, ayúdame a ser parte
de la solución de los problemas, en el nombre de Jesús, Amén.